Había una vez un joven llamado Jim Hawkins, que vivía con su madre en una pequeña posada junto al mar. Un día, un viejo marinero llamado Billy Bones llegó a la posada y, tras varios días de hospedarse, reveló que poseía un mapa del tesoro escondido en una isla lejana. Tras su repentina muerte, Jim encontró el mapa entre las pertenencias del marinero y decidió embarcarse en una gran aventura.

Jim llevó el mapa a dos amigos de confianza, el doctor Livesey y el caballero Trelawney, quienes lo ayudaron a reunir una tripulación para buscar el tesoro. El grupo zarpó a bordo de un barco llamado La Hispaniola, con el capitán Smollett al mando. A bordo también estaba un cocinero llamado Long John Silver, quien pronto se hizo amigo de Jim, pero había algo en él que resultaba inquietante.

A medida que el viaje avanzaba, Jim comenzó a escuchar rumores sobre una posible rebelión. Pronto descubrió que Long John Silver no era quien decía ser. En realidad, era un famoso y temido pirata que había reunido a otros piratas en secreto para apoderarse del barco y del tesoro. Silver y su banda planeaban amotinarse y dejar a Jim y sus amigos a la deriva una vez que llegaran a la isla.

Cuando Jim se enteró de los planes de los piratas, corrió a advertir al capitán Smollett y al doctor Livesey. Con esta información, decidieron adelantarse y tomar el control del barco antes de que los piratas pudieran actuar. Pero la situación se complicó cuando finalmente llegaron a la isla. Los piratas se rebelaron, y Jim, junto con el capitán y sus amigos, tuvo que escapar a un fuerte abandonado en la isla para protegerse.

La lucha entre los piratas y la tripulación leal fue intensa. Los piratas, liderados por Long John Silver, intentaron varias veces apoderarse del fuerte y del mapa del tesoro. Jim, demostrando gran valentía, se infiltró en el campamento pirata y logró recuperar el barco. En medio de esta peligrosa misión, descubrió que Long John Silver no era tan despiadado como parecía. A pesar de ser un pirata, Silver mostraba afecto por Jim y, en más de una ocasión, lo protegió de los otros piratas.

Finalmente, gracias a la astucia del doctor Livesey y el coraje de Jim, lograron recuperar el mapa del tesoro y, tras una larga búsqueda, encontraron el escondite del tesoro. Sin embargo, al llegar al lugar donde debería estar enterrado, descubrieron que el tesoro ya había sido desenterrado años atrás. Con la ayuda de un náufrago llamado Ben Gunn, que había vivido en la isla durante años, lograron rastrear el verdadero escondite del tesoro.

Con el tesoro en sus manos, Jim y sus amigos lograron regresar a su barco y zarpar rumbo a casa. Aunque Long John Silver escapó con una pequeña parte del tesoro, el resto fue suficiente para hacer a Jim y a sus amigos muy ricos. La aventura había sido peligrosa y emocionante, y Jim nunca olvidó las lecciones que aprendió sobre el valor, la traición y la lealtad durante su tiempo en la isla del tesoro.